domingo, 30 de octubre de 2011

Capítulo 1

 Capítulo 1

A veces debería estar harta de la vida. De ver todos los días lo mismo y saber como será tu rutina, la misma rutina que fue ayer. ¿Os imaginais viajar cada semana? Una semana a New York, y a la siguiente, a Londres. Lástima que la vida no sea así de fácil... por lo tanto me dedicaré a preparar el trabajo para matemáticas. ¿A quién le interesa Pitágoras? y lo más importante, ¿por qué él es como un mito y yo jamás seré recordada?

-¡Annie!-la voz de su hermana Sandra interrumpe los pensamientos de Annie-¡Marta está aquí!.
-¡Voooooy!-dice Annie colocándose en el cuello una larga bufanda.

Llega hacia la puerta y decide coger un paraguas en el perchero y descubre que ninguno de ellos le va con su vestimenta este día, y decide no coger ninguno antes que ír descombinada.

-Hola, ¿qué hacemos hoy?-dice Marta con una sonrisa de oreja a oreja.
-Ir a...
-¡Comprar el vestido de fin de año!-grita Annie sin darle tiempo de acabar la inesperada frase a Marta.
-Exacto. ¿Ya tienes pensado de que color lo quieres?
-¡Sí! Después de pasar una larga noche de indecisión, pero sí.
-¿Y bien...?
-Azul, un azul aguamarina como el del cielo.
-Vaya tienes suerte de que no se me hubiera ocurrido a mi antes, ¡si no ya hubiera estado cojido por mí!-Marta se echa a reír-Yo en principio lo cogeré rosa.
-¡Rosa! Estamos a tiempo de cambiarnos el color...-dice Annie bromeando, y a la vez, estando contenta con el color que ella misma se había escogido.


Se apresuran ansiosas a andar hasta el centro comercial. Pero, por el camino una tienda de ropa que jamás habían visto les llaman la atención.

-¡Mira el escaparate de esa tienda con vestidos de noche!-dice Annie dándose cuenta de que acaba de gritar de la emoción.
-¿Ya sabes lo que hay que hacer no?- y ambas, adolescentes y con ganas de vivir, corren hacia la tienda que se hace llamar ''Gala''.

Entran y empiezan a buscar por toda la tienda, asombrándose a veces, con algunos precios disparatados.
Despues de 27 minutos, ambas se dirigen al probador.

-Y bien, ¿lo tienes?-pregunta Annie.
-¡Lo tengo!-se emociona Marta.
-Yo también así que... ¡a probar!-y entran corriendo cada una a su probador.

15 minutos después, ambas salen con dos vestidos.
-¿Qué tal me sienta?-pregunta Marta.
-¡Quédatelo! Pero ¿a mi el mío como me sienta?
-Quédatelo.-y se echan a reír, soñadoras y sin preocupaciones; con unos vestidos que sí, realmente son bonitos.

Cuando salen de la tienda deciden volver en coche, pues a una señorita hoy no le combinaba el paraguas.
Annie coge el móbil de el bolsillo.

TRIIIIIIIIING. TRIIIIIIIIIING.
-¿Sí?-dice Gabriela.
-Mamá, ¿podrías venir a recogernos a mi y a Marta? esque llueve...
-¿Y el paraguas?
-Se me ha olvidado...-disimula Annie.
-Ahora voy, ¿dónde os recojo?
-Delante de la carnicería de tu amiga Isa.
-Bien, esperarme.
-Vale. Ah, ¡mamá! ya encontré el vestido que buscaba, es perfecto-sonríe, a pesar de que Gabriela no la estea viendo.
-Al llegar a casa me lo enseñas y lo miramos-dice comprensiva Gabriela.
-¡Vale! Chaaaaaaao.
-Chao.

Pasados 4 minutos de cotilleos sentadas delante de la carnicería, llega Gabriela en el coche.
-Suban pasajeros...-bromea.
Y ambas suben: Annie delante, y Marta, como buena invitada, detrás.
Cotillean, se ríen con Gabriela como si ella fuera una chica de su edad, bromean.
Llegan a casa de Marta.
-Ha llegado a su destino-bromea de nuevo Gabriela.
-Gracias-sonríe Marta.
-Chao-se despide Annie.
-Mañana nos vemos-sonré Marta bajando del coche.